Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) presentó los hallazgos del estudio “Necesidades y capacidades locales en el área de influencia del proyecto de carretera Iquitos – Saramiriza” en la comunidad nativa Shoroya Nuevo, en Loreto, una de las 21 localidades de las cuencas de los ríos Tigre y Morona que participaron en el estudio realizado por ORPIO, CORPI y DAR. Representantes de 26 comunidades del pueblo Chapra, así como el presidente del Gobierno Territorial Autónomo Chapra participaron en el taller brindado el 15 de agosto último, donde se informaron los resultados del estudio.
Sobre ello, Ciro Salazar, uno de los autores del estudio, refiere que “el pueblo Chapra quiere vincularse a los mercados distritales y regionales en mejores condiciones, pero también mantener sus prácticas de gestión sostenible del territorio. Al respecto, el estudio identifica que el proyecto vial Iquitos-Saramiriza (en cuyo ámbito de influencia se encuentran las comunidades visitadas para el estudio) generaría riesgos de afectación a sus principales zonas de actividad económica”.
Un proyecto vial en ciernes
A través de herramientas como la cartografía participativa o “mapas parlantes”, se identificaron en cada comunidad los espacios clave para las actividades productivas, de aprovisionamiento de medicinas tradicionales y de importancia cultural. Dichas áreas se ubican dentro de la zona de influencia del mencionado proyecto de carretera (5 km a ambos lados del trazado), precisamente donde se suelen concentrarse los impactos que generan las vías, como deforestación y ocupación desordenada del territorio.
En general, los “mapas parlantes” permitieron identificar 135 sitios claves para las comunidades visitadas -tales como cochas, quebradas y caminos- que no están siendo identificados en la cartografía oficial peruana, por lo que no son considerados actualmente en la evaluación de impactos de proyectos ni en la construcción de estrategias para el desarrollo local.
Brechas
Asimismo, entre los hallazgos del estudio se identificó que las principales brechas de infraestructura se refieren a los ámbitos de salud, educación, y agua y saneamiento en los hogares. Por ejemplo, el 67% de las comunidades visitadas no tienen postas médicas, y en las que sí cuentan con ellas, el 81% de familias considera que su infraestructura está en un estado de conservación deficiente.
Respecto al tema educativo, si bien el porcentaje de comunidades que carece de colegio a nivel primario cae al 14%, un 86% de familias considera que la infraestructura educativa tiene deficiencias en su estado de conservación. No menos importante, un 93% de familias considera que el idioma nativo debe ser también enseñado en el nivel secundario, ya que actualmente solo se da hasta el primario.
Recomendaciones
Los hallazgos del documento dan cuenta de la necesidad de que los estudios de preinversión en infraestructura vial en la Amazonía implementen herramientas con pertinencia cultural, que les permitan obtener información sobre la gestión del territorio por parte de las comunidades, e identificar a detalle sus zonas clave de actividad económica y de provisión de medicinas tradicionales o “espacios vitales”.
Esta información permitiría a los formuladores de proyectos a nivel nacional y subnacional identificar los riesgos generados por la conectividad o aquellos factores de presión preexistentes en el territorio que puedan potenciarse y que en última instancia incrementarían la vulnerabilidad económica y social de las poblaciones. Esto sería la base para el diseño de medidas de mitigación de impactos causados por la infraestructura vial.