Por Ciro Salazar Valdivia
Derecho, Ambiente y Recursos Naturales
En la Amazonía, la ampliación de la infraestructura vial es uno de los principales factores que favorecen la deforestación y cambio de uso de suelo (CUS), que se dan al ampliar la frontera agropecuaria o realizar actividades extractivas. La evidencia sobre esta relación es abundante, por ejemplo, el BID reconoce que en la Amazonía la deforestación asociada a carreteras se da hasta 50 km de distancia de las vías (BID, 2016).
Sumado a este impacto, investigaciones científicas dan cuenta de que la deforestación y el cambio de uso del suelo (CUS) son los principales factores que inciden en el surgimiento de zoonosis como la rabia (Johnson et al., 2015), así también constituyen un factor importante en el caso de enfermedades metaxénicas como la malaria (Baeza, 2017). La alteración de ecosistemas pone al ser humano en contacto directo con especies portadoras de patógenos pero, además, genera cambios físicos y de temperatura que favorecen la prevalencia de vectores. Pese a ello, el CUS no es abordado por el MINSA.
Según dicha institución, el país afronta la existencia de “brotes cíclicos de mayor frecuencia y extensión geográfica, con elevada morbilidad, letalidad y mortalidad” en enfermedades metaxénicas y zoonosis, para las que cuenta con un programa presupuestal (MINSA, 2021). Asimismo, considera entre sus determinantes sociales a condiciones asociadas a la pobreza, pero también al cambio climático, así como diversos factores que dificultan su atención.
Quizá la evidencia específica sobre la relación carreteras – CUS – enfermedades por zoonosis/metaxénicas no sea igual de abundante, pero existe. En el Perú, los casos de la carretera Iquitos – Nauta e Interoceánica Sur han sido estudiados en ese sentido; el primero, por el incremento de casos de malaria en su zona de influencia (Gilman et al., 2006); y el segundo por casos de enfermedades como la rabia (Salmon-Mulanovich et al., 2016), malaria (Vinetz et al., 2017) y leishmaniasis (Stapleton et al., 2021).
Corresponde a las autoridades de los sectores Salud, Ambiente y Transportes coordinar una estrategia para abordar esta problemática. El planeamiento vial debe incorporar criterios de salud pública, así como un enfoque preventivo para su tratamiento, para ello ya se cuenta con insumos como mapas de riesgo de deforestación y de tipos de cobertura boscosa, quizá falte información sobre la densidad de reservorios y tipos de vectores. La articulación con la academia es clave también en el diseño de esta estrategia.
De ejecutarse todas las iniciativas viales proyectadas en la Amazonía, esta región quintuplicaría su stock de carreteras en la presente década; por ello, el momento de actuar es ahora.
Para continuar la conversación sobre temas vinculados a la planificación vial en la Amazonía, estaremos presentando los resultados de un estudio sobre las necesidades y capacidades de las comunidades nativas en relación a infraestructura en la Amazonía, resultado de un trabajo realizado con las organizaciones indígenas ORPIO y CORPI-SL en el área de influencia del proyecto de carretera Iquitos – Saramiriza, en Loreto, hoy miércoles 24 de noviembre, a las 5 p.m. en un seminario virtual organizado con INTE-PUCP, al que quedan invitados y pueden seguir por nuestras redes.