Carretera al desastre

Ene 24, 2023 | carreteras, Infraestructura, Noticias

Por Ciro Salazar Valdivia
Derecho, Ambiente y Recursos Naturales

A buen ritmo avanzan los preparativos para la construcción de una carretera en Ucayali que puede traer los mismos dolores de cabeza que la Interoceánica Sur y que, al igual que esta, podría contar con el apoyo técnico y financiero del BID / CAF.  

El Programa de Infraestructura Vial para la Competitividad Regional – Proregión 2, un bloque de iniciativas de mejoramiento vial valorizado en US$ 701 millones, que podría contar con el soporte técnico y financiero del BID/CAF, ha sido priorizado por el nuevo Plan Nacional de Infraestructura Sostenible para la Competitividad (PNISC). Uno de los proyectos que contiene este programa, la carretera Bolognesi – Túpac Amaru – Nuevo Italia – Puente Sheshea (S/ 76.8 millones), ubicada en Ucayali, todavía no es inaugurada pero ya ha generado deforestación y contribuido al crecimiento del narcotráfico que opera desde hace años en las provincias de Atalaya y Coronel Portillo, como ha sido reportado en varios informes de sociedad civil y de la prensa local (1) (2) y (3).

De hecho, del último reporte nacional con la superficie de hoja de coca con fines ilícitos de DEVIDA, se evidencia que Ucayali es la región con el mayor crecimiento de superficie cultivada; parte de la cual, en la zona cocalera de “Bajo Ucayali”, y específicamente en los distritos de Tahuanía e Iparía, se da precisamente en la zona de influencia del proyecto vial. 

Previo al reporte de DEVIDA, un amplio informe, liderado por la organización Propurús y la organización indígena ORAU, exponía como esta y otras iniciativas viales, así como una amplia red de caminos forestales y pistas de aterrizaje clandestinas, habrían sustentado el crecimiento vertiginoso de nuevas zonas de cultivo de hoja de coca en Ucayali. 

Si bien estos riesgos pueden advertirse en otros proyectos de conectividad vial en la Amazonía peruana, que están en diversas fases del ciclo de proyectos (situación alertada por DAR en un reciente estudio) lo que vuelve “peligroso” al proyecto Bolognesi – Túpac Amaru – Nuevo Italia – Puente Sheshea es el potencial que tiene de fortalecer la conexión brasilera con el negocio de la droga y convertir a Ucayali en otro VRAEM. Sucede que el objetivo último de esta iniciativa de conectividad, tal como quedó evidenciado en el 2020, en la intención del Congreso peruano  de declarar de necesidad pública e interés nacional la denominada Interoceánica Vial Centro (ruta que en Ucayali tiene la denominación UC-105, una de cuyas secciones es la Bolognesi – Puente Sheshea)  es continuar el trazo hacia Breu, distrito de Yurúa, en la frontera con Brasil. 

Precisamente, Yurúa es identificado por autoridades brasileras del Estado de Acre como de alta preocupación, por ser parte de las rutas del narcotráfico con destino a este país. 

Esta no es una ruta cualquiera: las principales bandas criminales de Brasil, como el Comando Vermelho y la mayor de ellas, el Primer Comando de la Capital, se han instalado desde hace algunos años en Acre. Si se quiere conocer más a detalle esta triste historia y cómo surgió y evolucionó esta ruta, se puede consultar este amplio informe elaborado por organizaciones indígenas de Perú y Brasil.

Se debe resaltar que la peligrosidad de la carretera Bolognesi – Puente Sheshea y, en general, de la UC-105, es de perfecto conocimiento del Estado. Los riesgos e impactos arriba descritos, así como amenazas a zonas de conservación y territorios de pueblos indígenas son mencionados en el informe del 2021 con el que el Poder Ejecutivo observó la propuesta del Congreso de declarar la Interoceánica Vial Centro de Interés Nacional.

Así, con un sistema de inversión pública que no impone los estándares más altos de evaluación y medidas para reducir los riesgos ya descritos de este proyecto, y un PNISC que pese a la “S” de “Sostenibilidad” no ha podido filtrarlo, parecería que no nos salvaremos de la Bolognesi – Puente Sheshea en las condiciones en que ha sido planteada. La esperanza que nos queda es que el BID y la CAF -sobre todo el primero- exijan evaluaciones socioambientales más rigurosas y acciones antes de construir la vía para reducir el riesgo de que con dinero público se financien las cadenas de valor del narcotráfico y la deforestación, y más bien se priorice potenciar las economías locales. Si esto no puede preverse ni evitarse, mejor no construir.


Notas

  1. De acuerdo al préstamo PE-L1279 del BID, se ha iniciado con el financiamiento de una muestra de proyectos de ProRegión 2 en la que no está el proyecto Bolognesi-Túpac Amaru-Muevo Italia-Puente Sheshea. Al mismo tiempo, se indica que “ Para los proyectos fuera de la muestra se realizará un Marco de Gestión Ambiental y Social (MGAS)”. Ver: https://www.iadb.org/en/project/PE-L1279. Por otro lado, en el sitio del proyecto en el banco de proyectos del MEF, se menciona que la CAF participará también del financiamiento. Ver: https://ofi5.mef.gob.pe/invierte/formato/verProyecto/117131
  2.  Estos riesgos no son evaluados en el estudio de perfil que sustenta la declaratoria de viabilidad del proyecto.