Lima, 23 de junio de 2017.- Durante el webinar “Gestión eficiente de aguas residuales y políticas gubernamentales” (6 de junio de 2017) se presentaron los resultados preliminares del estudio que viene realizando Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) en dicha materia. De las 1506 autorizaciones de vertimiento de aguas residuales tratadas, entre 2009 a 2017, el 54.9% corresponde al sector minería. La segunda actividad económica con mayor número de autorizaciones es la energética con 24.3% (hidrocarburos y electricidad).
De la data presentada, se advirtió que son las empresas mineras quienes vierten mayor volumen aguas residuales autorizadas para vertimiento, siendo su principal destino los ríos y quebradas. Estas aguas contienen ciertos niveles de carga metálica por lo que debemos estar alertas a los impactos acumulativos en las cuencas.
Entendemos por aguas residuales a aquellas aguas cuyas características originales han sido modificadas por actividades humanas y que por su calidad requieren un tratamiento previo, antes de ser reusadas, vertidas a un cuerpo natural de agua o descargadas al sistema de alcantarillado. Pueden ser de tipo doméstico, industrial (minero, agrícola, energético, agroindustrial, entre otras) y municipal. La mayor parte de estas aguas son vertidas a las fuentes naturales de agua continental o marina.
Con el objetivo de mejorar la gestión del agua, existen otras estrategias para su uso sostenible en las actividades comerciales (mineras e industriales) como el reúso. Esta alternativa consiste en la utilización de aguas residuales tratadas siempre y cuando no ponga en peligro la vida, fauna, flora ni cause daño por su uso.
DAR ha identificado que de 2009 a 2017, se han otorgado 191 autorizaciones de reúso por parte de la ANA y representan el 4% de las autorizaciones. De las cuales, el 31% corresponden al rubro minero, mientras que el 22% al energético. Asimismo, el destino de las aguas de reúso ha sido, principalmente, para actividades de riego (66%), mitigación ambiental (15%), riego y mitigación ambiental (12%), recirculación de procesos (6%), entre otros (2%).
Las cifras evidencian que las prácticas de reúso orientadas a las propias actividades que originan las aguas residuales son bajas (solo el 6% para recirculación) mientras que el 96% de las aguas residuales son vertidas. Por ello, se recomendó implementar una política integrada sobre el uso y reúso, que promueva su recirculación en los procesos productivos del sector extractivo e industrial.
Anaid Velasco del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) presentó la situación de las aguas residuales en México. El 89.7% de las unidades económicas productoras de bienes y servicios, que realizan actividades como personas físicas y sociedades constituidas como empresas (incluidas aquellas con participación estatal), no aplican algún tipo de tratamiento a las aguas que generan sus actividades.
Del 10.3% que sí lo hace, 1203 establecimientos la reutilizan en jardinería y limpieza, 981 la ocupan en su proceso de producción, 239 la utilizan en sus sistemas de enfriamiento y 80 unidades o establecimientos no reportaron un uso específico. Es por ello, mencionó la representante de CEMDA que más del 80% de los cuerpos de agua de México sufre de algún grado de contaminación.
También, Velasco mencionó las áreas de oportunidad para la gestión adecuada de las aguas residuales. Estás son: la promoción de certificaciones de industria limpia, el reconocimiento del derecho humano al agua y políticas públicas que contemplen acciones de reúso, entre otros.
Mejorar la gestión del agua requiere del uso de nueva tecnología y buenas prácticas empresariales. En ese sentido, el webinar fue una oportunidad para conocer alternativas para el tratamiento de aguas residuales gracias a Roberto Anaya de Aqua Recover.
Vanessa Cueto de DAR indicó que el recurso hídrico es un derecho humano y factor clave para la implementación de medidas de adaptación al cambio climático. Por tal motivo, es importante proteger la calidad de las cuencas hidrográficas, promover el uso responsable del agua asegurando su acceso a todos los peruanos e implementando programas de certificación de industria limpia.
Además, sostuvo la necesidad de una gestión eficiente de aguas residuales, según el Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2017, más del 80% de las aguas residuales a nivel mundial son vertidas sin tratamiento alguno. Las consecuencias de los desastres naturales de inicio de año visibilizan la escasez de agua y la ausencia de tratamiento de aguas residuales.
Por tal motivo, es importante que el Gobierno peruano continúe trazando lineamientos que permitan cumplir con el sexto objetivo de Desarrollo Sostenible al 2030 (ODS 2030) relativo a la mejora de la calidad del agua, mediante la reducción de la contaminación, la eliminación del vertimiento y la reducción a la mitad del porcentaje de aguas residuales sin tratar y un aumento sustancial del reciclado y la reutilización en condiciones de seguridad a nivel mundial.
El webinar “Gestión eficiente de aguas residuales y políticas gubernamentales”, se realizó con el apoyo de la Fundación Avina y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE).