Por Hugo Che Piu Deza
Director Ejecutivo de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales
Así es, el Congreso (otra vez) ha aprobado una ley reciente que busca poner trabas al trabajo de personas que, día y noche, desde la costa hasta la selva, en ciudades y bosques, se esfuerzan por hacer de nuestro Perú un lugar mejor. Y aunque te parezca algo lejano, esta norma tiene mucho que ver contigo y con tu día a día. No es solo un asunto de abogados y organizaciones; es algo que afecta directamente tu vida y la posibilidad de que tu opinión sea tomada en cuenta.
Esta ley, se presenta como una «Ley Anti ONG», pero en realidad, es una ley que va contra ti. Dicha ley busca controlar la iniciativa de los ciudadanos para participar en la construcción del Perú que queremos. Pues ahora se tiene que pedir permiso (conformidad previa) antes de empezar hacer actividades con ayuda de la cooperación internacional. Empezar a ejecutar las actividades que quieras realizar sin el permiso ahora es una infracción (y serás sancionado). Y si a un funcionario le parece que afectas el orden público pueden hasta impedirte que sigas funcionando (cancelación de registro). ¿Por qué tanto control, vigilancia y sanción para el trabajo de los ciudadanos organizados?
¿Alguna vez has escuchado que una ONG haya extorsionado a un colegio? ¿o que haya repartido comida en mal estado a niños? ¿O vendido medicinas que causen muertes? Seguramente no. Entonces, ¿por qué el Congreso, en lugar de resolver los verdaderos problemas, ha creado una Ley, firmada por la Presidenta, para controlar lo que hacen las ONG? Ciertamente, no para acabar con la extorsión, ni para proteger a nuestros niños de alimentos dañinos, ni mucho menos para detener la venta de medicinas que matan.
Desde DAR, queremos dejar algo muy claro: esta Ley no solo va contra las organizaciones que trabajan por tus derechos y por el ambiente. Es una Ley que busca limitar que todos los ciudadanos podamos participar en los temas que nos afectan. Imagina que tú y tus vecinos se organizan para pedirle a la municipalidad que arregle la calle de tu barrio. Esa organización, esa voz unida, es precisamente lo que busca silenciar.
Aunque esta Ley se presente como una forma de «regular» la cooperación internacional, lo cierto es que pone muchas dificultades al trabajo de las organizaciones que luchan por un Perú más justo y con un futuro sostenible. Se ha creado una imagen falsa de ellas, acusándolas de no ser transparentes y de no querer rendir cuentas. Pero la verdad es que estas organizaciones son fundamentales para el desarrollo de nuestro país, llegando a lugares donde a veces el Estado no llega y trabajando sin descanso por el bienestar de todos. No olvidemos que las organizaciones de la sociedad civil están inscritas en Registros Públicos, declaran sus ingresos a la SUNAT, rinden cuentas a los donantes y ya venían siendo supervisadas por entidades como SUNAFIL y la propia APCI.
Hace unos años, cuando hubo el terrible derrame de petróleo de Repsol en Ventanilla (seguro lo viste en las noticias), fueron las organizaciones de la sociedad civil las primeras en llegar, ayudando a los pescadores afectados y exigiendo a las autoridades que sancionaran a los responsables. Durante la dura pandemia del COVID-19 -que enlutó a tantas familias-, estas organizaciones entregaron alimentos, kits de higiene y medicinas a las familias más vulnerables, incluso brindando apoyo emocional a quienes más lo necesitaban. Todo esto es participación ciudadana en acción, gente como tú y como yo, que se une para trabajar por el bien de todos.
Las personas que trabajamos en las organizaciones de la sociedad civil somos como tú, tenemos una gran pasión por construir un mundo mejor. Estamos tan convencidos de que un Perú mejor es posible que trabajamos cada día para lograrlo, buscando mejorar nuestra comunidad, los servicios públicos o la protección de nuestro ambiente.
Desde la sociedad civil nos sumamos a ti y a todos los profesores, médicos, carpinteros, empresarios, transportistas, policías, panaderos, comerciantes, pescadores, agricultores, cocineros; a todos los que trabajan por un Perú con esperanza. Por eso, desde DAR, te decimos que tus luchas son nuestras luchas. Y aunque esta Ley nos ponga obstáculos, no nos va a callar, porque no hay trabajo más valioso en el mundo que trabajar por un Perú con futuro, donde no haya injusticias y donde todos podamos aspirar a ser felices.
*Foto: Agencia Andina.