El Tren Bioceánico es un mega-proyecto de infraestructura que pretende conectar las costas de los océanos Pacífico y Atlántico a través de una vía férrea que atraviese la frontera entre Perú y Brasil. Promovido por el gobierno chino, el Tren estaría valorado en 10 mil millones de dólares y apuntaría a acelerar el transporte de mercancías, principalmente soya y minerales. Sin embargo, en el marco de su reciente visita al país asiático, el presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, admitió tener dudas respecto a la viabilidad económica de la ferrovía y sus posibles impactos sociales y ambientales.
¿Cuáles serían las dudas que detienen el avance del proyecto? Distintas instituciones públicas y centros de investigación han expresado su preocupación respecto a la conveniencia de esta obra y sus posibles efectos negativos en el país. En esta nota resumimos los principales argumentos.
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Los beneficios económicos no serían los esperados
Los gobiernos de China, Perú y Brasil firmaron dos memorandos de entendimiento que han derivado en la conformación de un equipo técnico tri-nacional, liderado por la empresa China Railway Eryuan Engineering Group, para desarrollar los estudios de viabilidad económica del tren.
Se tiene previsto que la evaluación culmine en 2016, pero un estudio preliminar realizado por el Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE) y Conservation Strategy Fund (CSF)[1] adelantó que los posibles efectos sociales y ambientales negativos de la obra superarían los posibles retornos económicos.
El estudio toma como base el proyecto de conexión entre la ciudad de Pucallpa en Perú y Cruzeiro do Sul en Brasil. Sostiene que a pesar que la construcción de un tren es una mejor opción en comparación a la construcción de una carretera, su construcción generaría pérdidas estimadas en 19.2 millones de dólares.
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El Tren Bioceánico atravesaría áreas naturales protegidas
El proyecto aún no cuenta con una ruta oficial, no obstante, a través de solicitudes de información, DAR (miembro del Grupo Regional sobre Financiamiento e Infraestructura) pudo conocer las cinco alternativas de cruce en la frontera amazónica que están siendo discutidas en el estudio de viabilidad del Tren y la opinión técnica del ministerio del Ambiente y del Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado (SERNANP)[2].
De las cinco alternativas de ruta evaluadas, los funcionarios peruanos consideraron que dos de ellas (señaladas como las rutas B y P) cruzarían a través del Parque Nacional Sierra del Divisor en ambos lados de la frontera, lo que las haría inviables debido al daño que la ferrovía causaría sobre el área protegida. También, una de ellas (ruta B) pasaría sobre el área de conservación regional Cordillera Escalera.
Del mismo modo, consideraron que cuatro rutas (B, P, C1 y C2) atravesarían en su salida hacia el norte del país por el bosque de protección Alto Mayo, en la región San Martín, debiendo tomarse previsiones o alternativas para evitar afectar la reserva.
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Pueblos indígenas se verían afectados
DAR también obtuvo la opinión técnica del ministerio de Cultura respecto a las alternativas de ruta del Tren[3]. Según indican, la alternativa P atravesaría por la recientemente creada reserva territorial Yavari Tapiche, siendo también declarada inviable.
Respecto al resto de alternativas de rutas, consideran que en cualquiera de los casos será necesario la evaluación de la presencia de comunidades nativas y la realización de un proceso de consulta previa a lo largo de la ruta.
Opinión
Los proyectos de inversión en infraestructura son necesarios para el país, el reto está en cómo caminar hacia inversiones que sean social y ambientalmente sostenibles. El presidente Kuczynski ha planteado la idea de Perú “País Moderno”, un reto importante que implica también una inversión para aumentar nuestras de capacidades de monitoreo, mejorar y hacer cumplir nuestros instrumentos de planificación, afinar la normativa ambiental y contar con una estrategia a mediano y largo plazo que evite futuros perjuicios. Las poblaciones locales, al igual que los inversionistas quieren señales de confianza por parte del Estado que les hagan pensar que los impactos que traen las inversiones van a tener efectos positivos en su calidad de vida, que traigan desarrollo, desde su propio punto de vista.
Para conocer más detalles sobre las posibles rutas del tren y sus efectos ambientales y sociales, compartimos el informe de DAR “¿Por dónde va a pasar el Tren Bioceánico Perú-Brasil?”. En: https://goo.gl/4TzIWO.