Foto: Álvaro del Campo
Por: Debra Moskovits*, Committee Member, Keller Science Action Center – The Field Museum
Llamada Siná Jonibaon Manán – “Tierra de la Gente Valiente” – por sus habitantes indígenas, la Sierra del Divisor se eleva dramáticamente desde las tierras bajas amazónicas del Perú. Esta montaña es única en la Amazonía y cuenta con una extraordinaria diversidad de geología y clima. Las antiguas formaciones rocosas se entrelazan con otras más jóvenes, creando un paisaje que atrapa las tormentas que vienen de las llanuras amazónicas. La diversidad de hábitats en la región, desde altos bosques húmedos hasta matorrales achaparrados, sustenta una rica variedad de especies endémicas y amenazadas a nivel mundial. Además, estos bosques son el hogar de grupos indígenas que viven en aislamiento voluntario.
Un equipo colaborativo de científicos, liderado por el Field Museum en asociación con varias organizaciones de conservación e indígenas en Perú, incluyendo ProNaturaleza, el Instituto del Bien Común, The Nature Conservancy Peru, la Organización Regional AIDESEP Iquitos (ORAI, ahora ORPIO) y la Organización Regional AIDESEP Ucayali (ORAU), llevó a cabo un inventario rápido social y biológico en la región, en agosto de 2005.
El equipo biológico encontró comunidades únicas dentro de las diversas formaciones geológicas, con una concentración notablemente alta de especies raras y de distribución restringida, muchas de las cuales se encuentran exclusivamente en los bosques achaparrados sobre las crestas arenosas. En cuanto a grupos humanos, lo más significativo fue la presencia conocida de grupos indígenas en aislamiento voluntario: los Iskonawa (Remo) en la parte sureste (Reserva Territorial Isconahua, establecida en 1998), los Kapanawa en las porciones central y occidental (propuesta RT Kapanawa) y los Mayoruna (Matsés) en la región norte (actual Reserva Indígena Yavarí-Tapiche). Además, al menos 20 comunidades, incluyendo pueblos indígenas y colonos, vivían adyacentes a la región
Sin embargo, las amenazas a los bosques eran severas, provenientes principalmente de las industrias extractivas a gran escala como: tala, minería y exploración petrolera. Las concesiones extractivas, propuestas a menudo, se superponían con reservas territoriales propuestas y existentes. La tala y la minería ilegales eran evidentes en toda la región, incluso en su núcleo.
En consecuencia, después de salir del campo, se formó un Grupo de Trabajo con organizaciones indígenas y de conservación para construir un consenso en la protección de esta región extremadamente vulnerable. DAR fue un miembro esencial de este grupo.
La maraña de propuestas superpuestas para la región – de grupos de conservación, entidades indígenas y grandes empresas comerciales – era abrumadora. Aunque los grupos de conservación e indígenas defendían la protección de la región, las tensiones entre estas dos partes eran profundas. Los colegas de DAR fueron fundamentales para manejar estas tensiones dentro del Grupo de Trabajo, explicando las perspectivas legales de las Reservas Territoriales, aclarando las dudas y uniendo a todos.
Los objetivos del Grupo de Trabajo eran formar un frente unido contra las amenazas crecientes a la región – incluida la falta de respaldo legal para las reservas territoriales – y desarrollar mecanismos viables que proporcionaran una protección estricta para los grupos indígenas en aislamiento voluntario y para los tesoros biológicos y geológicos de la región. El esfuerzo conjunto tuvo éxito, logrando una solicitud de consenso indígena-conservacionista para la Zona Reservada Sierra del Divisor, establecida en abril de 2006. Esta protección provisional vino con el entendimiento explícito de que el Grupo de Trabajo se comprometía a formular una recomendación consensuada para la categorización final de la Zona Reservada.
Tomó nueve años de esfuerzo concertado y trabajo incansable de muchos socios para que se estableciera el Parque Nacional Sierra del Divisor, en noviembre de 2015. Nueve años adicionales de arduo trabajo llevaron a la declaración de la Reserva Indígena Sierra del Divisor Occidental en mayo de 2024.
Hoy, al celebrar 20 años de DAR, también celebramos el establecimiento de la Reserva Indígena dentro del Parque Nacional, una forma conjunta de conservar nuestra Amazonía y proteger a uno de los últimos pueblos indígenas no contactados en el mundo.
* Este artículo representa la opinión de la autora y no necesariamente la opinión de DAR