- Líderes indígenas e instituciones de sociedad civil de Latinoamérica compartieron estrategias de protección frente a las amenazas a sus vidas y territorios.
- Del 17 al 19 de octubre se reunieron en Lima, y como resultado de esta jornada, se creó la Alianza Latinoamericana de Defensores Territoriales e Indígenas.
Líderes indígenas de Perú, Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Costa Rica y Guatemala se reunieron en Lima durante tres días para discutir y compartir estrategias frente a la violencia que enfrentan los defensores y las amenazas que representa la expansión de actividades ilegales en sus territorios. Frente a ello, en el marco del “Intercambio de experiencias y desafíos para la protección y defensa de los territorios y derechos indígenas: propuestas desde las defensoras y los defensores ambientales indígenas”, y el foro público internacional “Defensores Ambientales de América Latina: Desafíos para una efectiva protección a las Personas Defensoras”, las organizaciones indígenas participantes e instituciones de sociedad civil, coincidieron en la necesidad de articular esfuerzos y conocimientos para apoyar a defensores y defensoras de la región, a realizar una labor segura en defensa de sus derechos y territorios. Ello, mediante una alianza latinoamericana que no tiene precedentes en la región.
Durante el 17 y 18 de octubre, se identificaron como amenazas comunes el incremento de actividades ilegales en los territorios comunitarios, indígenas y de pueblos tradicionales. Este avance de mafias vinculadas al tráfico de tierras, minería ilegal y narcotráfico son definidos como agentes de presión y violencia frente al trabajo de líderes y lideresas por construir un desarrollo sostenible y por proteger sus territorios. Como consecuencia directa, la región es una de las más peligrosas para las defensoras y los defensores ambientales y territoriales; tan solo en 2022, se registraron más de 400 líderes asesinados.
Frente a este escenario, pueblos indígenas, tradicionales, y organizaciones de sociedad civil, vienen construyendo alternativas y estrategias de acción y protección. Entre ellas, sistemas de alertas territoriales, guardias indígenas, sistemas de monitoreo y vigilancia territorial, comités de monitores ambientales comunitarios, entre otros. Muchos de ellos se sostienen en los conocimientos locales, de la tierra, del territorio y sus culturas, pero también vienen dialogando con tecnologías, incorporando herramientas que permitan fortalecer la incidencia y alcance de sus estrategias.
Las 24 organizaciones participantes de las jornadas coinciden en la importancia y urgencia de articular acciones a nivel regional e internacional. Las agendas territoriales y los procesos locales, tienen dimensiones y retos que son liderados por cada una de las organizaciones participantes, sin embargo, estas pueden ser reforzadas con incidencia en espacios internacionales. Desde ese enfoque se propuso la construcción de una Alianza Latinoamericana, que permita a organizaciones de Mesoamérica y Sudamérica coordinar estrategias de incidencia en espacios internacionales, como el Sistema Interamericano, el Sistema de Naciones Unidas, o frente a la banca multilateral. Estas estrategias buscarán fortalecer estándares de protección, potenciar la participación de las defensoras y los defensores, y su diálogo con actores regionales así como con los propios Estados. Además, se busca desde el reconocimiento de su labor, relevar el rol que cumplen en la protección de la vida en todas sus expresiones, buscando asegurar la vida en el planeta.
Estos 3 días de trabajo, no solo permitieron el reconocimiento de cada actor y el compartir de aprendizajes además de la evaluación de las iniciativas desde cada organización; sino también, estrechar lazos y generar compromisos para impulsar un proceso articulado de acción e incidencia. Esta Alianza nace para complementar el trabajo de las defensoras y los defensores en América Latina y el Caribe, para luchar y trabajar por su protección efectiva en todos los niveles.
La iniciativa de este intercambio estuvo a cargo de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) junto a importantes organizaciones indígenas y de la sociedad civil de Latinoamérica y el Caribe. Se espera que con el resultado de la alianza, la vida y los territorios de las personas defensoras ambientales puedan verse resguardadas.