Lima, 25 de marzo de 2020.- Con el objetivo de articular estrategias e intercambiar experiencias y conocimientos en materia de defensa en la región, entre el 26 y 28 de febrero se realizó en Ciudad de México el Primer Encuentro del Grupo Regional de Género y Extractivas (GRGE), que contó con la presencia de más de doce organizaciones de sociedad civil y mujeres defensoras de la tierra, territorio y medio ambiente de América Latina y el Caribe.
El encuentro fue un espacio para el análisis participativo del contexto social y político de las actividades extractivas en la región, así como de las problemáticas que enfrentan las mujeres y defensoras. Para Rachel Sieder del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) la política extractivista no solo aumenta la presión sobre los territorios indígenas, afrodescendientes y campesinos, sino también sus principales efectos: violencia, criminalización y desplazamiento de comunidades enteras. Añadió que esta violencia se agudiza ante un sistema patriarcal y sesgos muy fuertes de género, en donde muchas mujeres sufren acoso y violencia física y sexual.
Por su lado, Delfina Catip del Programa Mujer de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) dio el panorama de los diversos proyectos extractivos y de infraestructura que más alertan en la Amazonía, debido a su gran impacto socioambiental para los pueblos indígenas. Enfatizó particularmente en la necesidad de que las mujeres indígenas participen en todos los procesos de toma de decisión, políticas y proyectos extractivos que influyen en sus derechos.
Asimismo, Aída Gamboa, coordinadora del programa Amazonía de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR), presentó un conjunto de buenas prácticas que servirían para la labor de defensa de las mujeres y defensoras ambientales e indígenas que se vienen posicionando en el ámbito nacional e internacional, como las políticas que vienen dando organismos internacionales CIDH, ONU, Corte IDH, CEDAW y sus relatorías, el proceso de la ratificación del Acuerdo de Escazú por ocho países de la región, los planes nacionales de los Principios Rectores de Empresas y Derechos Humanos, así como instrumentos que aterrizan estos planes como protocolos, registros y observatorios nacionales de justicia ambiental.
En la misma línea, Sandra Tukup de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE) y punto focal del Programa de Defensa de Defensores y Defensoras (PDDD) de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) expuso los principales alcances del programa, como su enfoque colectivo y preventivo. La COICA trabaja en la defensa de los derechos de 505 pueblos indígenas y más de 66 pueblos en aislamiento voluntario y contacto inicial que se encuentran en la cuenca amazónica. Así, desde 2018 viene implementando su PDDD y viene sumándose en la promoción del Acuerdo de Escazú.
Mirando el futuro
Creado en 2017, el GRGE lo conforman organizaciones y mujeres de sociedad civil de América Latina y el Caribe con la finalidad de construir una red regional que posicione, desde una perspectiva de género, temas prioritarios para las mujeres en contextos extractivos, a través del análisis, difusión, así como articulación de acciones con redes y movimientos de mujeres.
Es por ello que luego del diagnóstico del contexto, la reflexión sobre la vulneración de los derechos de las mujeres en contextos de extractivos y el intercambio de conocimientos y buenas prácticas para fortalecer las propias estrategias de las defensoras en sus territorios, se dispuso de un tiempo para la planeación estratégica y operativa del grupo. En ese sentido, con miras a seguir promoviendo el liderazgo de las mujeres y la equidad de género en los territorios de la región, los miembros del grupo definieron su misión, objetivos y agenda de trabajo en el corto y mediano plazo.
La presencia del tema de impactos diferenciados de las extractivas en las mujeres fue una constante durante el encuentro, en ese sentido y considerando que muchas vienen ya sufriendo afectaciones en materia de salud, seguridad y empleo en estos contextos, dado la actual situación de emergencia sanitaria por el COVID-19, es necesario que los gobiernos de la región incorporen la perspectiva de género en sus acciones dirigidas a los territorios indígenas, campesinos y afros, más susceptibles a esta pandemia, a fin de no profundizar y/o generar nuevas situaciones de vulnerabilidad que atenten contra los derechos de las mujeres.
Saludamos el esfuerzo de sociedad civil miembros del grupo, organizaciones de los pueblos indígenas y de mujeres defensoras por su participación en este espacio de intercambio, aprendizaje y colaboración. El primer encuentro del GRGE fue convocado por DAR, Fundar – Centro de Análisis e Investigación y el Grupo Territorio, Género y Extractivas (TGE) de México y fue posible gracias al apoyo de Oxfam y la Coalición Flamenca para la Cooperación Norte-Sur – 11.11.11.