Lima, 5 de junio de 2017.- Articulación de la gestión ambiental con otros sectores en el marco del Sistema Nacional de Gestión Ambiental (SNGA), sus sistemas funcionales como el de recursos hídricos y otros como el forestal, la transparencia, participación y vigilancia ciudadana fueron las recomendaciones de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) en la presentación de la “Guía del Sistema Nacional de Gestión Ambiental”. La publicación es un esfuerzo conjunto entre el Ministerio del Ambiente (MINAM) y la GIZ, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente.
Frente a la pérdida de la diversidad bilógica, la desertificación, el impacto de los desastres naturales, el SNGA debe ser un asunto prioritario en el país. Este sistema tiene como misión mejorar el desempeño ambiental del Perú en todos los niveles de gobierno, asegurando la participación de sociedad civil y del sector empresarial.
El ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) demanda que nuestro país fortalezca su visión de desarrollo sostenible, donde la gestión ambiental sea eficiente, holística y participativa, señaló Vanessa Cueto, presidenta de DAR. Esto se puede lograr con altos estándares socio-ambientales, que incluyan instrumentos preventivos para proteger los derechos constitucionales a la vida y salud de todos los peruanos.
En ese sentido, los aportes de DAR hacen alusión a criterios básicos de gobernanza ambiental que permiten mejorar el SNGA y sus sistemas. Estos son:
- Un enfoque participativo. Continuar fortaleciéndose los procesos de participación ciudadana dentro del SNGA y sus sistemas. En caso del Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), los procesos de participación en la evaluación de un estudio de impacto ambiental deben contar con tiempos adecuados para recoger y responder las preguntas o dudas de la población local, contando con un enfoque intercultural.
Asimismo, la participación ciudadana debe extenderse a los informes técnicos sustentatorios (ITS), de esta manera se puedan evitar conflictos socio-ambientales. Además, es importante que en los EIA se identifiquen adecuadamente los impactos sociales para que luego sean fiscalizados de manera clara por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA).
- Vigilancia ciudadana. Incluir la vigilancia realizada por las poblaciones indígenas a proyectos de inversión. Para ello, la Agenda Nacional de Acción Ambiental (2017-2018) debe precisar acciones concretas por parte de los sectores miembros del SNGA a efectos de lograr la consolidación de la vigilancia ambiental y la vigilancia ambiental indígena.
El Análisis de Desempeño Ambiental del OCDE recomienda se mejoren los mecanismos de participación ciudadana en el sistema de evaluación de impacto ambiental, planes, normas y programas y otros espacios de interacción social (recomendación 17). También, que se continúe y profundicen las condiciones de aplicación del mecanismo de consulta previa del Convenio 169 de la OIT, especialmente, en los grandes proyectos de inversión (minera y energética).
- Transparencia ambiental. El acceso a información relacionada con temas ambientales fortalece el cumplimiento de los mecanismos de coordinación del SNGA. Es importante que los entes sectoriales continúen transparentando la información, como en el caso de los instrumentos de gestión ambiental, esto acerca a la población a sus autoridades y fortalece la confianza en los procesos.
- Articulación del SNGA. La gestión ambiental nacional debe verse como un todo, por ello es fundamental la sinergia con otros sistemas. Por ejemplo, el Sistema Nacional de Gestión Forestal y de Fauna Silvestre (SINAFOR) para la gestión de bosques o el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres, para estar atentos ante otro fenómeno del niño costero y la elaboración del Plan de restructuración, en el cual se debe fortalecer el enfoque ambiental y de ordenamiento territorial.
Lo mismo debe suceder con el Sistema Nacional de Gestión de Recursos Hídricos (SNGRH), sistema funcional del SNGA, para el cumplimiento de la Política Nacional del Ambiente en materia de agua. El OCDE también precisa la importancia de consolidar el funcionamiento de espacios de coordinación interinstitucional entre el SNGRH, la Autoridad Nacional del Agua y los consejos de cuencas, vinculándose con el SNGA.
La presidenta de DAR enfatizó se siga trabajando el tema de la calidad del agua para promover la tecnificación del riego, el cumplimiento de los límites máximos permisibles y los estándares de calidad ambiental. Por ende, es importante que el MINAM, el Ministerio de Vivienda, el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) y la Autoridad Nacional del Agua (ANA) promuevan mejores prácticas como mayor tecnología, recirculación del agua para evitar el vertimiento en la fuente natural del agua, etc.
El cuidado del medio ambiente implica una estrategia intersectorial de gestión ambiental bajo la guía del MINAM. Estrategia que permita cumplir con la Política Nacional del Ambiente, Agenda Ambiente y Plan Nacional de Acción Ambiental.