Foto: Cancillería Perú
El pasado 6 y 7 de julio se desarrollaron las reuniones técnico-científicas “Camino a la Cumbre”, en Leticia, Colombia, convocada por Brasil y Colombia, en miras a la próxima Cumbre de Presidentes de la Amazonia que se realizará los próximos 8 y 9 de agosto en Belém do Pará, Brasil.
Estas reuniones tuvieron como objetivo articular la cooperación regional para definir las acciones necesarias para proteger y conservar el futuro de la Amazonía; así como construir una nueva agenda de acción regional basándose en la ciencia y conocimientos ancestrales abordando temas como biodiversidad, bioeconomía y ciudades sostenibles, gobernanza de los pueblos indígenas, delitos ambientales y deforestación, entre otros, que se detallan en el programa oficial del evento. También, los Ministros del Ambiente, dialogaron un primer borrador de declaración política sobre el futuro de la Amazonía, que se consolidaría en la próxima cumbre de Brasil.
Prioridades del Gobierno Peruano y espacios de articulación
En esta cuarta cumbre de los países firmantes de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), desde Perú, según las declaraciones de la ministra de Relaciones Exteriores, Ana Cecilia Gervasi, se buscó plantear una visión de la “Amazonía con rostro humano”, considerando a los pueblos indígenas como parte central de esta iniciativa para el “desarrollo integral e inclusivo de la Amazonía”. Como parte de la delegación peruana, participó la Ministra del Ambiente, Albina Ruiz, junto a altos funcionarios de la Cancillería, como lo aseguran en su cuenta oficial de Twitter.
La ministra, durante una de sus intervenciones, mencionó que los problemas que se producen en la Amazonía, usualmente, se ocasionan por las áreas que no están tituladas o saneadas de manera legal y, por ello, requiere más esfuerzos reconocerlas en los planos de territorio. Asimismo, hizo hincapié en la necesidad de conservar los bosques a través de iniciativas productivas y servicios sostenibles, como el ecoturismo [1].
Sobre la participación del gobierno peruano, previo a las reuniones técnico-científicas, desde DAR, el 31 de mayo se consultó a la Cancillería la agenda y posición que adoptará Perú en miras a este evento y a la próxima Cumbre de los Presidentes Amazónicos. Al respecto, el 7 de julio respondieron:
“(…) el Perú tiene interés en tratar una agenda sustantiva, que ponga en relieve la visión de una “Amazonía con rostro humano”, incluyendo la consideración de la pluriculturalidad y la condición multiétnica de la región, los derechos y obligaciones de las poblaciones originarias, su participación en el manejo sostenible de los recursos amazónicos, la promoción de medidas para impulsar los bio-negocios, así como la construcción de capacidades para enfrentar decididamente los ilícitos medioambientales.” (INFORMACIÓN SOLICITADA EN SAIP N° 427-2023) [2]
Siendo esta respuesta una mención a los temas generales, sin embargo, desde la sociedad civil no se tiene información ni se ha sido partícipe de la construcción de la estrategia país, ya que desde la Cancillería y el Ministerio del Ambiente, no se convocó a un espacio de diálogo ni se puso a disposición la información oficial de manera oportuna, especialmente las organizaciones indígenas. Lo cual es contradictorio con el objetivo de la cumbre que busca resolver los problemas pendientes de la amazonia de forma participativa y articulada.
Por ello, en miras a la próxima Cumbre de los Presidentes Amazónicos en agosto, aún estamos a tiempo de generar espacios de discusión y, desde el gobierno, es indispensable asegurar las condiciones necesarias para la participación efectiva de la sociedad civil, como parte de un nuevo pacto social para la Amazonía.
Temas urgentes para la Cumbre de los Presidentes en agosto:
En ese sentido, es crucial incluir en las discusiones de este espacio temas relevantes para la región, como: (1) la necesidad de promover una transición energética justa y sostenible, a través de la formulación e implementación de políticas energéticas en la Amazonía que respeten los derechos humanos y se desarrollen con altos estándares ambientales, contribuyendo a reducir la dependencia a los combustibles fósiles.
(2) Actualmente, la banca multilateral y los Estados están impulsando acciones en el marco de la bioeconomía en la Amazonía, mediante el aprovechamiento de recursos naturales, como los forestales. No obstante, esto representa oportunidades y riesgos que deben ser conversados en espacios multiactor (pueblos indígenas, academia, estado, empresas, entre otros), con el objetivo de construir una propuesta integradora de bioeconomía, que sea coherente con la economía indígena.
(3) Es necesario que se incluya dentro de la agenda la conectividad de la Amazonía de manera que se ponga sobre la mesa la necesidad de incluir herramientas de gestión socioambiental para el sector transporte. Recordemos, que con las carreteras mal planificadas hay mayor riesgo de incremento de la deforestación y de actividades ilícitas.
(4) Hoy en día, las Instituciones Financieras Internacionales (IFIS), son actores estratégicos, ya que influyen en la toma de decisiones y existen mecanismos financieros en los sectores más estratégicos de la región como transporte, energía, servicios básicos, entre otros. Por ello, tienen el deber de monitorear los proyectos de los que son parte y deben asegurar el cumplimiento de sus salvaguardas.
(5) Es indispensable asegurar la protección de las defensoras y defensores ambientales e indígenas, e impulsar el Acuerdo de Escazú en el Perú.
(6) Además, es necesario que se transparente la información sobre los avances de los acuerdo de la cumbre por parte de los gobiernos de cada Estado a sociedad civil para la adecuada toma de decisiones.
¿Qué temas se abordaron en la pasadas reuniones técnico-científicas en Leticia?
En la plenaria “Retos comunes de los países amazónicos”, los ministros del ambiente de los 8 países que conforman el bioma amazónico, consideraron que, entre las principales acciones, se debe definir un plan estratégico y consolidar una visión unificada para el futuro de la Amazonía, consultado a pueblos indígenas para fomentar su participación; así como promover mecanismos financieros y lograr que la cooperación internacional responda a los objetivos planteados [3].
Además, se buscará reforzar los conocimientos técnicos y de investigación, uniendo a actores de la academia de los ocho países, con el objetivo de generar conocimiento propio y articulado en beneficio de la conservación. En las mesas de trabajo y plenarias se discutió sobre las necesidades de los pueblos indígenas, de las comunidades locales en miras a la sostenibilidad del ecosistema amazónico [4], sin embargo, en términos generales, las grandes voces ausentes fueron las comunidades campesinas, afro y quilombolas.
Por su parte, el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, se reunieron el 8 de julio para dar cierre al evento. Coincidieron en que se debe proteger la biodiversidad y la lucha contra la deforestación debe ser articulada para lograr la conservación y protección de la Amazonía. Asimismo, los líderes hicieron un llamado a los países más ricos para que contribuyan con fondos para la preservación, pues la Amazonía es un ecosistema crucial para la mitigación del cambio climático en el mundo [5].