Del 14 al 29 de marzo se están realizando reuniones previas a la décimo quinta Conferencia de las Partes del Convenio de Diversidad Biológica (COP 15 – CDB), la cual tendrá como escenario principal la ciudad de Kunming – China. Esto pone en la palestra diversos aspectos y oportunidades que deben tomarse en cuenta para el desarrollo de los nuevos objetivos del CDB; así como el rol de los actores claves.
Uno de los aspectos fundamentales, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es el vínculo de la conservación de la biodiversidad con el respeto al derecho humano a un medio ambiente seguro, limpio, saludable y sostenible, lo cual es posible solo mediante el cuidado de los ecosistemas. Para ello, los estados tienen la responsabilidad de “proteger contra los daños a los derechos humanos relacionados con las empresas debido a la pérdida de biodiversidad”, este enunciado se refleja también en los principios rectores de sobre empresas y derechos humanos de la ONU, donde se señala que deben evitar la vulneración de derechos a través de la pérdida de biodiversidad; así como facilitar la reparación de cualquier daño causado o con el cual se haya contribuido, y responsabilizar a las empresas y garantizar que los afectados tengan acceso a un recurso efectivo.
A su vez, la pérdida de recursos naturales puede afectar de forma desproporcionada a los derechos humanos de los pueblos indígenas, las comunidades locales, las mujeres, entre otros actores de importancia; por lo que, representa una amenaza para el desarrollo adecuado de sus vidas, identidad cultural y su supervivencia. Frente a ello, se pueden recoger numerosas recomendaciones realizadas por los mismos pueblos, las organizaciones de sociedad civil y la comunidad científica para enfrentar el problema, lo cual sería tema de un documento más amplio. Al respecto, la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) señala que, el reconocimiento de los conocimientos, innovaciones, prácticas, instituciones y valores de los pueblos indígenas y las comunidades locales; así como garantizar su participación e inclusión en la gobernanza ambiental, puede mejorar la calidad de vida de esos pueblos y comunidades, y la conservación, la restauración y el uso sostenible de la naturaleza. Ello también contribuiría en mejorar la relación entre las inversiones y las comunidades locales; y generar la planificación integral e intercultural. Ipbes, 2019).
En otros ámbitos de acción, para la protección eficaz de la biodiversidad también se requiere de la cooperación y solidaridad internacional; siendo así los instrumentos de derechos humanos piden a los Estados cooperar en la realización de mecanismos para el abordaje de los daños transfronterizos y extraterritoriales, lo cual incluye inevitablemente la pérdida de biodiversidad y hábitat a causa de proyectos de inversión, ya sean carreteras, las hidroeléctricas, los oleoductos y gasoductos puede desembocar en costos ambientales y sociales, como la deforestación, la fragmentación de los hábitats, la pérdida de diversidad biológica, el acaparamiento de tierras, el desplazamiento de la población y trastornos sociales, en particular para los pueblos indígenas y las comunidades locales. (PNUMA, sf & Ipbes, 2019)
En este marco, la cuenca amazónica es escenario de diferentes proyectos con capitales extranjeros, los cuales requieren de cambios en su comportamiento y relación con las comunidades locales, y con los ecosistemas donde instalan sus proyectos y/o inversiones, de manera que se realicen cambios reales sobre los objetivos y desafíos actuales en cuanto a la degradación de la naturaleza. En este contexto, China es uno de los países llamados a generar dichos cambios, al ser uno de los demayor inversión en proyectos en la región; y, paralelamente, lidera los procesos de negociación de los principales acuerdos para la protección de los recursos naturales como es el Convenio de Diversidad Biológica[1].
A su vez, las plataformas como la COP 15 CDB pueden representar una oportunidad para retomar los compromisos pendientes de China en el marco del Examen Periódico Universal-2018, donde se comprometió a implementar mecanismos de respeto a los Principios rectores de sobre empresas y derechos humanos de la ONU, y al principio de extraterritorialidad, los cuales tienen una relación directa con la protección de los ecosistemas donde viven las comunidades afectadas por proyectos con capitales chinos.
Para más información ver documento “Derechos indígenas e inversiones chinas: compromiso pendiente para sus relaciones internacionales”:
Mira el material del documento “Derechos indígenas e inversiones chinas: compromiso pendiente para sus relaciones internacionales”:
[1] De la misma manera, China también lideró el proceso de la COP de Cambio Climático en el 2021.
The COP of the Convention on Biological Diversity: An opportunity for China to dialogue with the Amazon Basin
Between March 14 and 29, meetings are being held prior to the fifteenth Conference of the Parties to the Convention on Biological Diversity (COP 15 – CDB), which will have as its main stage in the city of Kunming – China. This brings to the fore various aspects and opportunities that must be taken into account for the development of the new objectives of the CDB; as well as the role of the key actors.
One of the fundamental aspects, according to the United Nations, is the link between biodiversity conservation and respect for the human right to a safe, clean, healthy and sustainable environment, which is possible only by caring for ecosystems. To this end, states have the responsibility to “protect against harm to human rights related to companies due to the loss of biodiversity”, this statement is also reflected in the guiding principles on business and human rights of the UN, where it is pointed out that they must avoid the violation of rights through the loss of biodiversity; as well as facilitating the repair of any damage caused or contributed to, and holding companies accountable and guaranteeing that those affected have access to an effective remedy.
In turn, the loss of natural resources can disproportionately affect the human rights of indigenous peoples; local communities; women, among other important actors; therefore, it represents a threat to the proper development of their lives, cultural identity and survival. Faced with this, numerous recommendations made by the people themselves, civil society organizations, the scientific community, can be collected to face the problem, which would be the subject of a broader document. In this regard, the Intergovernmental Scientific-Regulatory Platform on Biological Diversity and Ecosystem Services (IPBES) points out that the recognition of the knowledge, innovations, practices, institutions and values of indigenous peoples and local communities; as well as guaranteeing their participation and inclusion in environmental governance, can improve the quality of life of these peoples and communities, and the conservation, restoration and sustainable use of nature. This would also contribute to improving the relationship between investments and local communities; and generate comprehensive and intercultural planning. (Ipbes, 2019)
In other spheres of action, the effective protection of biodiversity also requires international cooperation and solidarity; Thus, human rights instruments ask States to cooperate in the implementation of mechanisms to address transboundary and extraterritorial damage, which inevitably includes the loss of biodiversity and habitat due to investment projects, whether they are highways, hydroelectric , oil and gas pipelines can result in environmental and social costs, such as deforestation, habitat fragmentation, biodiversity loss, land grabbing, population displacement and social disruption, particularly for indigenous peoples and local communities. (PNUMA, sf & Ipbes, 2019)
In this framework, the Amazon Basin is the scene of different projects with foreign capital, which require changes in their behavior, and relationship with local communities, and with the ecosystems where they install their projects and/or investments, so that they are carried out real changes on the current objectives and challenges in relation to the degradation of nature. In this context, China is one of the countries called to generate such changes, since it is one of the countries with the highest investment in projects in the region; and at the same time, it leads the negotiation processes of the main agreements for the protection of natural resources, such as the Convention on Biological[1] Diversity.
In turn, platforms such as the COP 15 CDB can represent an opportunity to resume China’s pending commitments, within the framework of the Universal Periodic Review-2018, where it precisely committed to implement mechanisms of respect for the Guiding Principles of on companies and UN human rights, and the principle of extraterritoriality, which have a direct relationship with the protection of the ecosystems where the communities affected by projects with Chinese capital live.
For more information see reports “Indigenous Rights and Chinese Investments: Pending Commitment for their International Relations”:
Look at the interactive material of reports “Indigenous Rights and Chinese Investments: Pending Commitment for their International Relations”:
[1] In the same way, China also led the process of the COP on Climate Change in 2021.