Lima, lunes 16 de noviembre de 2015.- La actividad petrolera del lote 8x ha causado contaminación de los ecosistemas de la Reserva Nacional Pacaya Samiria (RNPS), lo que se evidencia a través de la presencia de compuestos químicos como el plomo, arsénico, bario, níquel, cadmio y mercurio, indicadores de contaminación petrolera, en niveles mayores a los límites máximos permisibles según el marco legal vigente.
Ello concluye una reciente investigación1 de la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad de Rotterdam presentada públicamente en Iquitos, la cual reporta también, en base al análisis de muestras de agua y suelo del área natural protegida (ANP) registradas en el periodo 1994 -2015, que existe contaminación por hidrocarburos totales de petróleo (TPH), por hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), y por aceites y grasas, sustancias que no están incluidas en el marco legal vigente, pero que han sido comparadas con los valores de las normativas internacionales.
Tanto para agua como para suelos, en las inmediaciones de las infraestructuras petroleras (Batería N° 3 y oleoducto) de la Reserva Nacional Pacaya Samiria se encuentran las mayores concentraciones de los contaminantes, pudiendo estar actuando como focos de dispersión de la contaminación a lo largo de los cursos de agua, especialmente aguas abajo.
La zona de estudio para el análisis histórico abarca una parte de la RNPS y muestra una afectación de la productividad primaria (recuperación de bosque) de 746.45 has. dentro del área adyacente a la batería Yanayacu y a los oleoductos, estimándose una superficie de bosque de 8.116.24 has. afectadas con una alta mortalidad de árboles, debido a los impactos en las zonas fragmentadas, de las cuales 2.948.19 (36.6%) se sitúan en el interior de la RNPS.
Otros estudios científicos2 han identificado que la exposición a compuestos tóxicos del petróleo genera graves riesgos para la salud humana, relacionados a una mayor incidencia de cáncer, pérdida de audición, afectación a riñones, hígado, huesos y dientes; y afectación a los sistemas reproductivo, inmunológico, nervioso, cardiovascular y respiratorio. Asimismo, se ha identificado que los peces que viven en agua que está en contacto directo con vertidos petroleros presentan signos evidentes de contaminación; al igual que las poblaciones de aves y mamíferos de caza que se acercan a los vertidos de hidrocarburos.
Esto podría significar un riesgo aún mayor para la población humana, especialmente la que vive en las proximidades de la zona, debido a que muchos compuestos del petróleo podrían entrar a la cadena alimentaria y, al ingerirlos, estarían acumulando compuestos tóxicos en su organismo.
El estudio menciona que el monitoreo de agua y suelo que actualmente realizan las autoridades ambientales es insuficiente para conocer cómo repercuten en la población las sustancias contaminantes que podrían causar cáncer, por lo que se debería incluir principalmente el análisis de los sedimentos y la pesca en los monitoreos regulares. Los investigadores recomendaron además complementar la información con otros estudios sobre la calidad de agua de los pozos subterráneos y manantiales cercanos a los puntos de reinyección de vertidos de la actividad petrolera, así como sobre la composición isotópica del plomo.
Para entender el impacto real causado por la contaminación petrolera en el Lote 8x dentro de la Reserva Nacional Pacaya Samiria es necesario mejorar los protocolos de análisis establecidos, partiendo del conocimiento de la composición del petróleo crudo de los pozos y de las aguas de formación que ayuden a seleccionar adecuadamente indicadores que estén claramente relacionados con la actividad petrolera.
En la Presentación del Estudio
La coordinadora de la oficina de DAR en Loreto, Asunta Santillán Bartra, resaltó la importancia del estudio, que permite contar con resultados históricos (1994-2015) provenientes del análisis de informes oficiales de las instituciones públicas competentes como el Ministerio de Energía y Minas (MINEM), el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (OSINERMING), Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y la Autoridad Nacional del Agua (ANA), lo cual ayudará a realizar el seguimiento de las acciones implementadas por las autoridades correspondientes.
Entre los comentarios del público asistente, el investigador Luis Moya Ibáñez del Proyecto Especial de Desarrollo Integral de la Cuenca del Río Putumayo del Perú (PEDICP) manifestó que si bien la legislación nacional vigente permite el desarrollo de actividades petroleras dentro de las áreas naturales protegidas de uso directo, como la Reserva Nacional Pacaya Samiria, eso no significa que las empresas puedan contaminar el ANP, pues estarían actuando en contra sus objetivos, por lo que recomendó al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas incluir en el Plan Maestro del ANP un objetivo específico relacionado a la mitigación y remediación de la contaminación petrolera existente, así como la restauración de los ecosistemas impactados.
La publicación del estudio estará disponible en las próximas semanas en la página web de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (www.dar.org.pe).
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Notas del Editor
1 La investigación se realizó en base al análisis de la información de 565 muestras de agua y suelos de los reportes oficiales de instituciones públicas correspondientes al periodo 1994-2015, a los que se tuvo acceso en el marco de la ley de transparencia de la información, entre ellos el Ministerio de Energía y Minas (MINEM), el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (OSINERMING), Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y Autoridad Nacional del Agua (ANA).
El análisis abarca tanto el periodo previo al año 2008, cuando la legislación nacional incorporó la obligatoriedad de la reinyección de las aguas de producción que contienen grandes concentraciones de cloruros, hidrocarburos aromáticos y metales pesados como plomo, cadmio o mercurio, entre otros, y que eran vertidos directamente a los ríos y quebradas.
2 Los estudios científicos referidos son los siguientes:
- U.S. Department of Health and Human Services and Agency for Toxic Substances and Disease Registry (ATSDR). Toxicological profile for Polycyclic Aromatic Hydrocarbons. ATSDR: Atlanta (1995)
- EPA. National primary drinking water regulations. Contaminant Specific Fact Sheets Volatile Organic Chemicals – Technical Version. (1995) [Disponible en:http://www.epa.gov/OGWDW/dwh/t-voc.html.]
- Vyskocil A., Leroux T., Truchon G., Lemay F. Gendron M., Gagnon F., & Viau C. (2008). “Ethyl benzene should be considered ototoxic at occupationally relevant exposure concentrations”. Toxicology and industrial health, 24(4), 241-246.
- Zhang M., Wang Y., Wang Q., Yang D., Zhang J., Wang F., & Gu Q. (2013). “Ethylbenzene-induced hearing loss, neurobehavioral function, and neurotransmitter alterations in petrochemical workers”. Journal of Occupational and Environmental Medicine, 55(9), 1001-1006.
- Bahadar H., Mostafalou S., & Abdollahi M. (2014). “Current understandings and perspectives on non-cancer health effects of benzene: A global concern”.Toxicology and applied pharmacology, 276(2), 83-94.
- Rajan S. & Malathi N. (2014). “Health Hazards of Xylene: A Literature Review”.Journal of clinical and diagnostic research: JCDR, 8(2), 271.