Con el propósito de evidenciar la estrategia política desplegada por China en América Latina y el Caribe, el Grupo Regional sobre Financiamiento e Infraestructura (GREFI) elaboró un reporte en el que se analiza la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda (IFR), proyecto catalogado como el más ambicioso de China a escala global. Este documento fue presentado el pasado 15 de junio en el marco del Quinto Seminario Internacional “América Latina y el Caribe y China: condiciones y retos en el siglo XXI”, evento organizado por la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL), el Centro de Estudios China-México (CECHIMEX) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Red Académica de América Latina y el Caribe sobre China (Red ALC-China).
América Latina y el Caribe (ALC) es una región estratégica para China y es precisamente una de las regiones en las que este país ha aplicado la llamada diplomacia política, económica y cultural. Los intereses de la región y China son recíprocos y responden a intereses particularmente económicos (por parte de América Latina y el Caribe) y a intereses políticos (por parte de China). La IFR fue anunciada por el Presidente Xi Jinping en el año 2013. En la actualidad, son 58 los países que son socios (entre ellos: Alemania, Francia y Reino Unido); sin embargo, el proyecto involucra indirectamente hasta 120 países, entre los que se encuentran 16 países de la región latinoamericana.
La IFR proyecta la construcción de seis corredores económicos terrestres (llamados también cinturones) y una ruta marítima. No se descarta la construcción de una ruta ártica, en colaboración con Rusia. Los corredores económicos proyectados son: (i) China-Pakistán, (ii) China-Mongolia-Rusia, (iii) China-Península de Indochina, (iv) Euroasiático, (v) China-Asia Central-Asia Occidental, (vi) Bangladesh-China-India-Myanmar. El presupuesto actual contemplado para la IFR es de 890 millones de dólares con estimaciones futuras que alcanzarían incluso los 1,4 billones de dólares. Las fuentes de financiamiento serían diversas, siendo el principal ‘motor financiero’ el Fondo de la Ruta y la Seda (creado en 2014), y Banco de Políticas[1], Bancos Estatales[2], Fondos Soberanos[3], e Instituciones Financieras Internacionales[4].
GREFI señaló que, si bien en un primer momento ALC no constituyó una prioridad para la iniciativa IFR, la importante reserva de materias primas que posee la región, sumado al amplio déficit en infraestructura lo convierten en un mercado potencial para las industrias chinas, sobre todo en la construcción de rutas, puentes, ferrocarriles, puertos y aeropuertos. También indicó que ya son varios los países de la región que han firmado memorandos de entendimiento con China, con el fin de ser parte de esta iniciativa global. Asimismo, GREFI afirmó que hay aspectos a considerar en la IFR, sobre todo para América Latina y que, desde sociedad civil, debemos estar vigilantes a las repercusiones ambientales y sociales que dejan estos grandes proyectos de infraestructura impulsados por China. Para ello va ser fundamental recoger las lecciones aprendidas en la implementación de proyectos de infraestructura implementados en la región por parte de China.
Puedes ver el reporte completo aquí: https://bit.ly/2Uj74hf
Datos:
-El Grupo Regional sobre Financiamiento e Infraestructura (GREFI) está integrado por cuatro organizaciones de la sociedad civil de la región de América Latina y el Caribe (ALC): Asociación Ambiente y Sociedad (AAS) de Colombia; Derecho Ambiente y Recursos Naturales (DAR) de Perú; y la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (Fundeps) de Argentina.
[1] Banco de Desarrollo de China (CDB) y China ExIm Bank.
[2] Industrial & Commercial Bank of China (CBC), China Construction Bank (CCB), Agricultural Bank of China (ABC) y Banco de China (BOC, por sus siglas en inglés).
[3] China Investment Corporation (CIC), China Life Insurance Company, China National Social Security Fund (SSF).
[4] Banco Mundial (BM), Banco Asiático de Desarrollo, Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB) y el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD)