Foto: MINCUL
El 10 de diciembre de cada año se conmemora el Día de los Derechos Humanos. En aquella fecha, hace 75 años, fue proclamada la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), cuyo primer artículo engloba el ideal común de todos nuestros pueblos y naciones, y recuerda a los cerca de 34 millones de peruanos y peruanas, entre los que se incluyen a los casi 6 millones de personas que se autoidentifican como indígenas u originarios[1] que “[…]nace[mos] libres en dignidad y derechos y […] debe[mos] comportar[nos] fraternalmente los unos con los otros.”[2]
Si bien la DUDH fue proclamada en 1948, pasarían más de diez años para que el Perú la apruebe en 1959, lo que nos da una idea del arduo camino que casi siempre tienen que transitar en nuestro país los instrumentos jurídicos que buscan proteger derechos humanos; por lo que, no es extraño que seamos uno de los últimos países de la región que todavía no ha ratificado el Acuerdo de Escazú pese a que, en la última década, fueron asesinados 27 defensores y defensoras ambientales[3].
Al respecto, el pasado 29 de noviembre, mientras se trasladaba hacia su comunidad, Santa Rosillo de Yanayacu ubicada en la región de San Martín, el líder indígena y defensor de la Amazonía peruana, Quinto Inuma Alvarado, fue asesinado. Si bien, Quinto contaba con medidas de protección dictadas por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, debido al sinnúmero de amenazas que constantemente recibía por denunciar el narcotráfico, la tala ilegal o el tráfico de tierras que venían afectando a su comunidad; aquella tarde ningún miembro de la policía lo escoltaba.
Llama la atención que poco más de una semana después, los medios televisivos nacionales registraran a más de treinta (30) policías custodiando los exteriores de la casa a la que iba a llegar, escoltado por agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), un expresidente condenado a 25 años de prisión por homicidio calificado- asesinato en la masacre cometida en Barrios Altos y la Cantuta; delitos que constituyen crímenes contra la humanidad[4].
Lamentablemente, estas circunstancias no son extraordinarias para los defensores y defensoras ambientales, quiénes diariamente evitan formar parte de las estadísticas de líderes y dirigentes ambientales asesinados, pero debido a su rol de defensa y protección de sus territorios y, sobre todo, de nuestro medio ambiente, se ven expuestos no solo a amenazas y atentados de parte de la criminalidad organizada que existe en las regiones andinas y amazónicas del país; sino que además son perseguidos, estigmatizados y criminalizados por denunciar actividades ilícitas como la tala ilegal, la deforestación, la minería ilegal, el narcotráfico, los cultivos ilícitos, la caza indiscriminada o la contaminación.
En esa medida, conmemorar instrumentos de derechos humanos como la DUDH o la Convención Americana de Derechos Humanos, en países que adolecen de una frágil institucionalidad democrática como ha sido el caso de Perú, nos sirve para visibilizar a todas aquellas personas que históricamente han sido excluidas, discriminadas, y así poder garantizar el respeto de derechos humanos como el de la protesta pacífica o el de la participación política.
Si bien, por ahora, como país tenemos un sinnúmero de pendientes por resolver, los peruanos y peruanas, que diariamente resistimos y procuramos construir un Perú mejor, debemos exigir el respeto de los derechos humanos, esto se hace imprescindible para establecer un diálogo intercultural e inclusivo que nos permita comprender y solucionar las causas estructurales de la fuerte crisis social que venimos atravesando desde hace varios años y que parece detonar cada diciembre.
[1] Fuente: INEI- Censos Nacionales 2017: XII de Población, VII de Vivienda, III de Comunidades Indígenas (III Censos de Comunidades Nativas y I Censo de Comunidades Campesinas.
[2] Cfr. Artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
[3] De acuerdo con el registro de asesinatos de personas defensoras ambientales, elaborado por Derecho, Ambiente y Recursos Naturales, entre los años 2013 y 2023 fueron asesinadas las siguientes personas:1. Mauro Pio, 2. Emilio Marichi, 3. Edwin Chota, 4. Leoncio Quintisima, 5. Francisco Pinedo, 6. Jorge Ríos, 7. Alfredo Vracko, 8. Christian Java, 9. Arbildo Meléndez, 10. Gonzalo Pio, 11. Santiago Vega, 12. Lorenzo Caminti, 13. Lorenzo Wampaqkit, 14. William López, 15. Cheminton Flores, 16. Elix Ruiz, 17. Roberto Pacheco, 18. Jorge Muñoz, 19. Yenser Ríos, 20. Herasmo García, 21. Estela Casanto, 22. Mario López, 23. Lucio Pascual, 24. Juan Fernández, 25. Ulises Rumiche, 26. Santiado Contoricon, y, 27. Quinto Inuma.
[4] Cfr. Sentencia del proceso judicial por los casos de Barrios Altos y La Cantuta. De acuerdo con el considerando 823° de la mencionada Sentencia, Alberto Fujimori Fujimori fue condenado como autor mediato de homicidio calificado-asesinato, bajo circunstancia agravante de alevosía. Recuperado de: https://lum.cultura.pe/cdi/documento/sentencia-del-proceso-judicial-por-los-casos-de-barrios-altos-y-la-cantuta