Por Patricia Patrón
Derecho, Ambiente y Recurso Naturales-DAR
En su primer mensaje, el Presidente de la República mencionó que para el año 2021, año del Bicentenario, el Perú será miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El Perú desde el año 2014 viene coordinando e implementando con la OCDE los medios de cooperación necesarios para que nuestro país implemente los estándares y las mejores prácticas en políticas públicas en diversos temas, entre los cuales se menciona el cambio climático, ambiente y crecimiento verde.
En este contexto, se publicó la Resolución Ministerial N° 161-2016-MINAM que aprueba los “Lineamientos para el Crecimiento Verde”, haciendo un llamado a “impulsar el crecimiento resiliente y bajo en carbono” y a “promover el crecimiento económico compatible con la conservación y uso sostenible del capital natural”.
En ese sentido cabe reflexionar acerca de los impactos ambientales que pueden ocasionar los megaproyectos en la Amazonía peruana, dado que la principal fuente de emisión de carbono en el Perú proviene de la deforestación.
Un caso dramático es la carretera Interoceánica Sur, cuyo principal impacto socio-ambiental indirecto ha sido la expansión de la minería ilegal y una deforestación de más de 50 mil hectáreas, dejando un ecosistema que necesita bastante tiempo para su recuperación, sin mencionar los graves problemas sociales que esta clase de actividades conlleva.
Antes de que este nuevo gobierno promueva una carretera que conecte Iquitos con el resto del país, debe evaluar los posibles impactos indirectos negativos que puede generar este megaproyecto y si estamos financiera y técnicamente preparados para prevenirlos y afrontarlos.
Por ello es importante considerar la alternativa que sea mejor económica, ambiental y socialmente para integrar a Loreto, como podría ser la hidrovía amazónica-uno de sus tramos en el Río Marañón y Amazonas pasa por Saramiriza e Iquitos y llega hasta Santa Rosa en la triple frontera con Brasil y Colombia-, propuesta que pasó por un proceso exitoso de consulta previa.
Asimismo, el proyecto de Línea de Transmisión Moyobamba-Iquitos (220kv) que atraviesa un aproximado de 600 km de bosque, de aprobarse, pondría en riesgo una zona prioritaria para la conservación, el Abanico del Pastaza, que alberga la reserva de carbono más grande de nuestro país, y es un humedal declarado internacionalmente sitio RAMSAR por su importancia social y ecológica.
Existen alternativas a este proyecto como el aprovechamiento de las energías renovables no convencionales en Loreto como la energía solar y/o de biomasa.
Otra recomendación de la OCDE que debe ser considerada por el nuevo gobierno antes de la promoción de megaproyectos es la aplicación de las evaluaciones ambientales estratégicas (EAE) a la política energética y planes de transporte como herramienta de planificación a largo plazo.
El nuevo Presidente debe evaluar alternativas que estén acordes con los lineamientos para el crecimiento verde y apoyar a Loreto en la diversificación productiva y las energías renovables no convencionales como apuestas para un Loreto sostenible al 2021.