- La implementación del nuevo estándar será progresivo y muchos países EITI deberán recopilar información dispersa entre entidades diferentes y sistematizarla en un formato accesible y procesarla de manera que resulte de fácil entendimiento para toda la ciudadanía.
- Se promueve difundir los resultados de la gestión y monitoreo de impactos ambientales, incluyendo las respuestas de las agencias fiscalizadoras a estos reportes.
- Se tendrán que eliminar cláusulas de confidencialidad en los contratos para transparentar acuerdos, también de manera progresiva, y se incorporará el enfoque de género en la iniciativa.
- El Estándar Global EITI se sigue en 52 países del mundo, que tendrán que implementar estos cambios desde el próximo año. El último país incorporado es Argentina.
Avances en la transparencia ambiental
Kiev, 28 de febrero de 2019.- Luego de tres años desde que sociedad civil de América Latina, el Caribe y otras regiones del mundo plantearon incorporar información ambiental en la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI, en inglés), este esfuerzo tiene sus primeros frutos. El pasado 27 de febrero, durante la reunión del Consejo Global del EITI (Board) se aprobó que su nuevo Estándar establezca la obligatoriedad de difundir información ambiental, como los pagos ambientales que se realizan ya sea por ley, por la regulación nacional o por contrato.
El estándar, además, alienta a los países a crear mecanismos que permitan difundir los gastos y transferencias sociales y ambientales de carácter discrecional. Asimismo, invita a divulgar información sobre la normativa ambiental que rige la industria extractiva, la gestión y el seguimiento del impacto ambiental de las industrias extractivas y de monitoreo ambiental (procesos administrativos y sancionadores de los gobiernos, así como pasivos ambientales, rehabilitación ambiental y programas de remediación); entre otros.
Todo ello con el fin de aumentar la confianza entre la ciudadanía hacia las industrias extractivas, en un contexto donde la conflictividad socioambiental va de la mano con el poco acceso a la información para una verdadera participación en la toma de decisiones. No debemos dejar de mencionar que el EITI es un espacio multiactor. Este nuevo estándar es producto también del consenso y compromisos de gobiernos, empresas, donantes, también del esfuerzo de la Secretaría Técnica desde su rol de apoyo a las discusiones.
El rol de sociedad civil
Cuando se decía que el EITI no se relacionaba con la protección al medio ambiente, sociedad civil estuvo al frente del debate con propuestas y mostrando las oportunidades de que este enfoque sea incorporado. En la actualidad son alrededor de 28 países (de los 52 implementadores) que divulgan dicha información. Este y otros argumentos fueron expuestos por cerca de 150 organizaciones de sociedad civil y pueblos indígenas en una carta dirigida al Consejo Global del EITI, la misma que, en palabras de Ana Carolina González, representante de sociedad civil de Latinoamérica y el Caribe en el Consejo Global EITI, fue fundamental y evidenció lo crucial de la decisión del Board ante los ojos de la región.
Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) viene impulsando el EITI en Perú, desde 2013, como miembro alterno de sociedad civil en la Comisión Nacional EITI Perú, (actualmente, titular). En 2016, fue elegido como miembro alterno ante el Board del EITI. Junto con organizaciones de toda la región asumimos el compromiso de promover la gobernanza ambiental en este Iniciativa. Este avance es un logro más que nos llama a seguir aportando por un aprovechamiento sostenible de nuestros recursos naturales.
“El EITI ahora no solo será fiscal, hemos logrado incorporar en la iniciativa la palabra medio ambiente”
Para ahondar sobre este tema, conversamos con Ana Carolina González, representante de Sociedad Civil de Latinoamérica y el Caribe, en el Consejo Global EITI.
¿Cuándo se empieza a regir el nuevo Estándar EITI?
El nuevo Estándar se presentará oficialmente en junio, en la Conferencia Global que se realizará en París. Luego de eso los países deberán discutir el tiempo que necesitan para adaptar sus mecanismos de acceso a la información ambiental, digitalizar información y ponerla a disposición en repositorios accesibles y ordenados en un solo lugar, ubicables de manera fácil. Es puede parecer poco pero para las comunidades es muy importante. Recordemos que aumentar la transparencia ambiental no necesariamente significa aumentar mil páginas al estudio de impacto ambiental. Es realmente hacer que las personas estén estén en la capacidad de tomar mejores decisiones. En algunos casos esto incluso implicaría cambios normativos, sobre todo en relación a la eliminación de cláusulas de confidencialidad en los contratos.
¿Qué significa la inclusión de información socioambiental para el EITI?
Lo más valioso es que el EITI había sido entendido como una iniciativa de transparencia solo en materia de ingresos e impuestos. Con la inclusión de los temas ambientales, creo que nos ponemos al día con una tarea que teníamos pendiente desde hace varios años ya: Convertirse en la iniciativa de la Transparencia de todo el sector extractivo, que no es solo la transparencia de los ingresos solamente, sino que nos da una mirada más amplia del sector. Poner la palabra ambiente en el estándar en un sector tan involucrado a los temas ambientales. Para mí ese es el mensaje político más importante.
En lo específico estamos hablando de pagos de las empresas a los gobiernos, tarifas e impuestos ambientales. Estas son, a veces, inversiones muy considerables. Otra cosa que parece menor pero es muy importante es el mandato de publicar de manera sistemática y fácil de leer, toda la legislación ambiental, donde se explican las obligaciones, procedimientos y sanciones para que todos podamos hacer un mejor seguimiento de esto.
Por último, todo lo relativo al monitoreo de impactos ambientales, será público también: Estudios de Impacto Ambiental, licencias, informes y las respuestas del estado a estos informes, entre otros. Ahora toca que las comisiones nacionales definan qué nueva información entra en esta definición. Pero la transparencia de todos los pagos ambientales es obligatoria.
¿Y la conflictividad social?
Lo que permite esta inclusión es transformar de forma democrática. Estos conflictos La posibilidad contar con información veraz va a permitir la rendición de cuentas, reduciendo los niveles de especulación sobre qué responsabilidad le toca a cada uno. Esto necesariamente no va a acabar con la conflictividad alrededor de estos proyectos pero sí va a permitir una gestión más democrática y sobre una base más informada.
¿Cuáles son los próximos retos de la sociedad civil luego de esta inclusión?
Creo que son dos, fundamentalmente: El primero es la implementación. Tenemos que lograr que la interpretación del nuevo estándar sea lo más proactiva e innovadora posible en los grupos multiactor a nivel nacional. Lo otro es todo el trabajo que hay que hacer para lograr una implementación efectiva. Hay avances también en la publicación de contratos, en la desagregación de la información por género. Profundizar esto también es un reto. Estos son apenas primeros pasos para la transparencia ambiental. Incluso temas como las consultas previas, la biodiversidad, el uso del agua, riesgo climático o transición energética, son cosas que todavía tenemos que trabajar.
¿Cómo evalúas el rol de la sociedad civil en el proceso?
Pues fue un rol fundamental. Esta carta que logramos poner sobre la mesa, con más de 140 organizaciones de América Latina y el Caribe, a la que luego se sumaron otras organizaciones de todo el mundo, habla muy bien del grado de coordinación y la capacidad de presión positiva que tuvimos en este debate. Ahí, por supuesto, quisiera expresar mi reconocimiento a todo el equipo de DAR que nos ayudó a coordinar todo esto. Sin duda toda esta campaña, que ya cumple 3 años, fue también importante. Hasta hace unos años el EITI no era sobre transparencia ambiental, no era sobre género y el empuje de sociedad civil en esto ha hecho esto posible.