17 de septiembre de 2022.- Este viernes un nuevo derrame de petróleo ha golpeado la Amazonía loretana. De acuerdo a Petroperú, su punto de origen sería el kilómetro 42 del Oleoducto Norperuano, en el distrito Urarinas, provincia y región Loreto, desde el cual el crudo habría fluido por más 9 horas seguidas, de acuerdo a testimonios locales recogidos por el portal Mongabay.
El derrame -que afecta al río Cuninico- se encuentra en investigación preliminar por parte de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) de Nauta, de acuerdo a comunicación del Ministerio Público y se ha desplazado ya hasta el río Marañón, según ha constatado la Defensoría del Pueblo en supervisión conjunta con el Ministerio Público y líderes indígenas de comunidades nativas.
Con ello, de acuerdo con pobladores locales, más de 100 comunidades nativas ubicadas en los márgenes próximos del río Marañón podrían ver contaminada su fuente de alimentación y sustento, así como sus territorios y el medio ambiente. Ello cuando la zona de Cuninico, hace ocho años, ya había sufrido uno de los derrames más impactantes de la Amazonía, con 2358 barriles de petróleo derramados, de acuerdo a OEFA.
Al respecto, el Apu Beltrán Sandi, presidente de la organización indígena loretana de ORPIO, se solidariza con las comunidades afectadas y refiere “Esto no es nuevo, están condenándonos a extinguirnos con tantos derrames. Esta es una afectación integral, al río, a la fauna, a la salud de las personas”.
“Exigimos la presencia inmediata del Estado y sus autoridades para que se identifiquen responsables y se aseguren acciones para la remediación de daños y el acceso a agua limpia de los hermanos afectados”, enfatiza Sandi.
Acciones necesarias
Es urgente que Petroperú ejecute acciones para la contención y limpieza de este derrame, y que OSINERGMIN y OEFA realicen la adecuada supervisión de estas acciones, dictando las medidas administrativas correspondientes para evitar mayores daños al ambiente y a la salud de las comunidades.
Al mismo tiempo, la Defensoría del Pueblo ha solicitado a la Municipalidad de Urarinas la Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (EDAN); y a la Gerencia Regional de Salud de Loreto el recojo de muestras de agua en las comunidades nativas afectadas. Ello es esencial para poder brindar apoyo a las comunidades, cuyos medios de vida y salud se están viendo afectados.
La tercera ruptura
Solo en lo que va de septiembre, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) ha supervisado tres derrames asociados al Oleoducto Norperuano, el último de ellos hace solo unos días en el kilómetro 177 del Oleoducto que afectó los territorios de las comunidades nativas Shoroya Nuevo y Musha Kandaschi, del pueblo Chapra – Morona.
“Teniendo en cuenta la labor de vigilancia y defensa ambiental de la Amazonía que cumplen los pueblos indígenas, el Estado debe garantizar el respeto de sus derechos frente a impactos de las actividades extractivas como los derrames petroleros”, sostiene Vanessa Cueto, vicepresidenta de la asociación civil Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR).
Por añadidura, la zona del referido derrame se encuentra categorizada por Profonanpe como Área de pesca, repoblamiento y protección de especies acuáticas, y de contacto espiritual con los espíritus de las aguas.
Cabe resaltar que entre el 2000 y 2019 se han registrado 474 derrames de petróleo en los lotes petroleros de la Amazonía y el Oleoducto Norperuano, siendo al menos el 65% de ellos ocasionados por la corrosión de los ductos y por fallas operativas, según el reporte “La sombra del petróleo”.
“El Estado continúa teniendo como gran pendiente la mejora en la gestión y mantenimiento del Oleoducto Norperuano, pero su rol frente a los derrames no se agota en ello. Debe asegurar que la empresa realice la correcta remediación ambiental; y revisar los procedimientos para evaluar el daño social y que las poblaciones puedan ser compensadas”, finaliza Cueto.