Las protestas indígenas y hechos violentos que se desarrollaron durante el 2009 reflejaron que en el Perú, a pesar del desarrollo normativo y de los compromisos internacionales relativos a la protección de los derechos humanos de los ciudadanos y en particular de derechos especiales de los pueblos indígenas, había situaciones de alta insatisfacción de la población indígena con la actuación del actual gobierno.