Escribe: José Serra Vega (columnista invitado).
En 2014, ProInversión otorgó en concesión por 30 años una línea de transmisión de 220 kilovoltios y 636 km de largo, entre Moyobamba e Iquitos, a la compañía española Isolux. La inversión será de USD 499 millones. El contrato determinó que los consumidores del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional deberán pagar a Isolux USD 75 millones anuales, por la construcción de la infraestructura, y la operación y mantenimiento, durante el tiempo de la concesión. Es decir USD 2240 millones en 30 años.
Las razones del Ministerio de Energía y Minas (Minem) para esta construcción fueron que Iquitos está abastecido por una central térmica antigua y contaminante, y que esa energía es muy cara. Pero en realidad, Iquitos paga casi lo mismo por la electricidad que en Cajamarca, pues recibe una subvención pagada por los usuarios del SEIN, que ascendió en USD 15 millones este año.
Actualmente, la empresa Genrent construye una central térmica de 70 MW en Iquitos, la cual dejará de funcionar en 2019 luego de la entrada en funcionamiento de la línea Moyobamba-Iquitos y quedará como reserva fría. No se entiende bien esta estrategia del Minem, cuando lo más lógico sería que esa central siga abasteciendo a Iquitos, no se construya la línea y se continúen con las subvenciones.
No hemos encontrado ningún análisis de rentabilidad comparando los costos de abastecer a Iquitos a través de la línea transmisión, de la central antigua o de la central de Genrent. Con una hipótesis de un crecimiento razonable del mercado, al cabo de 30 años, las subvenciones sumarían USD 942 millones mientras que el pago a Isolux será de USD 2240 millones, perjudicando a los consumidores en USD 1298 millones.
Esta línea atravesará una parte de la selva no afectada por la colonización, por lo tanto los posibles impactos ambientales serán muy graves: deforestación, penetración de taladores ilegales y de compañías de palma aceitera, mineros y cazadores. También las comunidades nativas que viven en su ruta serán seriamente afectadas. En consecuencia, nos parece indispensable, mantener las subvenciones y que el contrato con Isolux sea anulado.
Columna Amazonía y Buen Gobierno publicada en Diario Uno el jueves 26 de noviembre de 2015.