Por: César Gamboa Balbín
Director Ejecutivo de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales – DAR
Plataforma para una Reactivación Sostenible – PLARS
No hay cambios de rumbo. Eso podría definir el gobierno de Castillo. Es muy difícil juzgarlo por la polarización con el Congreso de la República, de la cual también es responsable el Gobierno, pero la idea de una reactivación sostenible no es parte de su agenda.
Esto no debería sorprendernos, pues la agenda ambiental no fue parte de su Plan de Gobierno, ni apareció en los debates electorales de la segunda vuelta. Castillo llegó con una visión tradicional redistributiva, posiblemente por ello no asistirá a la COP 26 de Cambio Climático que se viene realizando en Glasgow, y aunque quizás sea importante, desde lo simbólico, asistir; termina siendo un distractor para la ciudadanía que se diga mucho y se cumpla poco en la COP, ya que muchas veces es una feria de proclamas, unas menos trascendentes que otras, pues todos sabemos que el Acuerdo de París (2015) ha sido un fracaso contra el calentamiento global y, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y la Secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, no llegaremos a reducir los 2 °C de temperatura hacia el 2040.
Al respecto, el máximo compromiso expresado por este Gobierno es decir que declarará en emergencia climática el país, pero lo que se requieren son acciones concretas, claras y verificables. Por ejemplo, ¿cómo vamos a reducir las 200 mil hectáreas deforestadas el año pasado, la mayor cifra en 20 años, mientras permitimos la deforestación “legal” por parte de empresas y gobiernos locales y regionales? ¿cómo vamos a luchar contra la economía del crimen, el narcotráfico y los delitos ambientales cuando la minería ilegal ha tomado la cuenca del Nanay en Loreto? ¿cómo vamos a proteger a nuestros defensores ambientales que siguen muriendo? ¿cómo vamos a proteger a las comunidades nativas si el Perú recibió millones de dólares los últimos 10 años para titular sus tierras y solo llegó al 20% de la meta? (y lo peor es que sí ha habido fondos para todo ello en estos años).
Lo urgente le ganará espacio a lo importante. Los conflictos socioambientales seguirán apareciendo y el Gobierno saldrá con su menú redistributivo. Y está bien. Sin embargo, seguimos en el mismo rumbo, sin que se esté realizando acciones concretas para una reactivación económica con transición climática, energética o ambiental. Ya muchas vacaciones le hemos dado al Estado para que no muestren más que arreglos burocráticos, queremos ver acciones concretas.
*Foto: Andina